Hojas de Otoño cayendo en suelo y,
mis presos sentimientos cayendo
en la libertad de mis versos.

Lectores

miércoles, 10 de junio de 2015

Desenfreno vertiginoso.

Vuelvo a necesitar expresarme;
sigo echándote de menos.
Sigues en mi mente, me abandonas unas horas y vuelves.
Regresas cuando mi soledad me gana; cuando mi necesidad vuela lejos y se me oprime el Alma y esta, trata locamente de perseguir mis ganas desenfrenadas. Rebeldes, se esconden en las sombras de los vicios, famélicas, buscando una lengua que reanime sus instintos. Otean en el horizonte, esperan encontrar un refugio caliente que les devuelva el aliento, y les permita sentirse libres y llenas por completo. Persiguen esa parte de mi que contigo perdí y si esta muerta, creen en el milagro de hacerla revivir. Saben que sin amor jamas podré salir de esta oscura sensación, y es que, soy una débil muñeca de papel que con sus lágrimas queda a tu merced.

Rasgo - inconscientemente y por costumbre- las lentas horas de la noche y, en acto involuntario, huelo mis dedos incrementándose mis ganas de lamerlos. Es ácido el sabor de la piel y los recuerdos.

A algo he de aferrarme para no caer en la cueva más profunda y lejana de mi garganta.

Hombre, viniste y te hice mi mundo sin saber lo que suponía y,ahora, por jugar con fuego humo queda en mis días. Temo respirar y tragar cenizas cuando es oxígeno lo que mi ser necesita. Ante cada respiración siento cosquillas mas no son de ilusión son de un nuevo miedo al amor.

Tú, quién seas, atrápame estas ganas locas de vivir e impúlsalas fuera de esta galaxia; hazme grande a través del telescopio de tu mirada.