Hojas de Otoño cayendo en suelo y,
mis presos sentimientos cayendo
en la libertad de mis versos.

Lectores

jueves, 10 de diciembre de 2015

Es por ti no por mi.

Escucharé el rugido de tu estomago
cuando las migas me entorpezcan el habla;
me quejaré de tu titiriteo si tus dedos me hielan los huesos.
Atenderé tu sed con una triste lágrima derramada,
pero la mía, vendería mi alma por saciarla.
Que desequilibrio muestras al caminar, yo escalaré a lo alto y, te contaré de qué color es el mar, con las palabras justas y te diré que es el paraiso al que pocos pueden llegar. Las pocas heridas de mis dedos serán el símbolo de mi victoria; la sangre bajo tus pies será el icono de tu deshonra.

Creeme, mis ojos pierden horas por verte y mi vida valor por tenerte. El cielo no me esperará eternamente, tu boca torcida será una mueca y no una sonrisa. ¿Por qué me arrancas las plumas una a una? Si toda la poesía que escribes con ella son divagaciones que jamás pisarán la Luna.
Si me pierdo en el camino es por tu mala fortuna, pero aléjate tres pasos y me entrarán las dudas. Y tu improvisada fogata es algo útil por fin; tal vez esta noche ,mis mantas arropen mi helado corazón y pueda dormir.
Deja de llorar y quejarte Magdalena. ¿Dónde está tu fortaleza? Espera tiempos mejores que, viento favorables vendrán, tan certero como que mañana amanecerá pero mientras, nada contracorriente que de mi lado no quiero perderte.